
Francia quiere evitar a toda costa la afganistización del conflicto, es decir, una crónica e impopular presencia de sus tropas en suelo maliense, que se dedicarían a repeler las presumibles acciones de la guerrilla. París espera que los más de 6.000 soldados de la Misión Internacional de Ayuda a Malí (MISMA, por sus siglas en francés) le den el relevo lo antes posible y aseguren de forma permanente la integridad territorial de su excolonia.